domingo, 16 de noviembre de 2025

¿Por qué iba a alterarme?

 



Demasiado tráfico esa tarde. Apretaba el volante con la misma rabia que apretaba sus dientes. Obligado a ceder el paso, asistía impotente a la procesión de vehículos que se sucedían uno tras otro como en una letanía. “¡Venga ya! Esto no hay quien lo soporte… Que no tengo todo el día”, pensaba. La saliva se le hacía espesa, esa fila india de coches parecía burlarse de él. Justo cuando ya se despejaba el horizonte, apareció ese coche rojo de la nada. “¡Será posible! ¿Cómo se atreve esa niñata a colarse?”, se dijo furioso.  Pisó el acelerador como impelido por una descarga eléctrica. Siguió el turismo hasta que paró.

Cuando vio a la joven bajar del coche, se fue hacia ella con la boca tan llena de enojo que le costaba articular palabra.  La mujer sorprendida, lo miraba de arriba abajo tratando de entender algo.

—Pero, ¿qué le pasa?

—Entonces… ¿no me has visto en la otra calle? —logró balbucear con la indignación a flor de piel.

—Pues… no —parpadeó la joven tratando de recordar.

—Llevaba mucho rato esperando y ya me tocaba salir a mí, cuando llegaste tú y seguiste al último coche.

—Pues lo siento, pero no lo he visto. Solo iba detrás de ese coche y pasé.

—¿Cómo que no me has visto? —preguntó incrédulo.

—Pues eso mismo, que no lo he visto.

—¿Y te quedas tan tranquila? —preguntó con la furia saliéndole por los ojos.

—¿Por qué iba a alterarme? —la pregunta lo atravesó como una flecha.

Tan lleno estaba de razones que se quedó sin ellas. Se fue hacia su coche con la ira maltrecha y marchó con el camino despejado pero la mente confusa. Una pregunta se le coló como un relámpago: ¿por qué iba a alterarme?


@ana.escritora.terapeuta

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¿Por qué iba a alterarme?

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